Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de diciembre, 2020

LAS NOTAS DEL SEÑOR SANCHEZ (Y SUS PITUFOS)

El señor presidente, en su alocución anual a las masas, ha hecho balance de su gestión al frente de la tropa que rige nuestros destinos. Y se ha puesto un sobresaliente. Punto. Podría pensarse que Petersánchez tiene Asperger o nació con el noble sello de Mongolia en sus hermosos genes, o que su juventud (divino tesoro) estuvo excesivamente marcada por las drogas o la saturación de visitas a la querida sauna Adán, pero no. Este macho lo que tiene es una querencia enfermiza a darle una nueva dimensión a la palabra cinismo. Como alumno aventajado de la menistra Celaá ha catado el primero la gloria de sus  calificaciones alentadoras, y todo ello avalado por expertos independientes de su entorno cultural e ideológico, gente que a falta de pan todo son ideas progresistas de una objetividad casi ofensiva. Probablemente el sector de nuestra población que carece de cerebro funcional ha derramado lagrimitas de emoción al comprender la incomparable tarea de Peter y sus elfos, pero para todos aque

AMOR AMOR

Anda la dulce doncella gobernita escuchando las voces angustiadas de sus ciudadanos, atenta y solícita a responder como ella sabe, rápida y letal, a cada una de las demandas que cada uno de nosotros exigimos para poder conciliar el sueño por las noches. ¿Quién puede negar que la necesidad existe? La fauna multisexual poniendo y quitando penes y vaginas, los alumnos expuestos a la posibilidad pavorosa de tener que aprender algo en sus años mozos, las mujeres asesinadas y las mujeres que anhelan asesinar a sus pequeños y demás parafernalia, sin la cual una democracia no puede ser homologada por los excelsos sátrapas marxistas que en el mundo han sido. La bella y la bestia (elija usted) derrochando amor sacan la ley definitiva hasta que mañana se necesite otra, siempre atendiendo al bien común, sin más razón objetiva que la innegable necesidad vital de una sociedad maravillada e hipnotizada con las consignas brutales de su doncella virtuosa. Y el corral de las personas decentes se revuelv

LAS SOCIEDADES INDÍGENAS

  El hombre abandonó la soledad y aceptó la tribu. La tribu se constituyó en sociedad de tal modo que el individuo acató las normas de la tribu para permanecer en la sociedad, incluso a costa de sus convicciones personales. Renunció al yo y se refugió en la plácida corriente del nosotros. Las señas de identidad no se discutían y el temor a ser rechazado obligaba a respetar lo que fuera. Hubo, pues, canibalismo y otras costumbres violentas e injustas, rechazables por la conciencia personal y no por ello derogadas. Se jugaba en ese espacio organizativo, por mucho rechazo íntimo de cada uno de los miembros de la tribu. Si alguno mostraba su herética negativa a servir a la comunidad el resultado era sin remedio la muerte. La tribu era y es injusta y plana desde el principio del hombre, era y es violenta, pero no por eso ha desaparecido el aliento de cada uno de nosotros de soñar otra vida, otras normas. El indígena se arrodilla pero la persona no. ¿Qué somos ahora los ciudadanos sino miemb

A LA TARDE QUE NO LLEGA

Yo estaba dormido, dormido. Di: ¿Por qué me despertaste? y ¿por qué las raíces se besan y se arrullan y vuelven a enroscarse en el tórax?  No tengo sino manos perdidas. Miro las esquinas hambrientas y busco néctar en ellas. La luz no es buena. Cojo el grano viejo que no arraiga y me subo a la cima más pequeña del mundo, mi dulce camino. Se van célibes sueños, se van sin haber rodeado el edificio y más allá... ¿Es esto todo? ¿es la esfera un delirio, una leve nota sin mensaje?. A qué vinimos si la fruta escarcha y el labio no muerde, a qué. En el aire promesas arcaicas sobre fondo rojo, un montón de futuro que procede del pasado, que lo cubre y pudre como simiente odiosa. Una voz sin timbre y una cartera desbordada de dulce, genuino veneno invisible y reacio al trato, a la concreción. Dos amigos se funden en un abrazo en cualquier estancia. Nos agitamos en últimas palabras colmadas de presunción, nuestro anhelo es la bestia indescifrable que conoce nuestras dudas y las perpetúa en agria

LA NAVIDAD DE LOS DEMÓCRATAS AUTÉNTICOS (O PAZ EN LA TIERRA HOSTIL)

¡Feliz Navidad, señor Otegui!  Campeón de la democracia, baluarte de la libertad, adalid de la paz al que todos deseamos larga y próspera vida rodeado de los tuyos en torno a la gran mesa del pacifismo y de la tolerancia cívica y eterna, como eterno es el descanso de los que se pusieron a tiro en los años sacrificados en aras de la hermosa arcadia. Os sentareis quizá recordando aquellas voces y estertores de las víctimas, los gemidos y los llantos necesarios para vuestra preciosa causa, la sangre ajena que liberasteis con generosidad patriótica; a lo mejor habrá regalos para todos, una pistola, una bomba, un fusil ametrallador, qué se yo, instrumentos que dignifican la paz y la concordia infinitas. Levanta la barbilla, Arnaldo, no te avergüences de nada, hombre de paz, de mano tendida, de diálogo, hombre necesario para un mundo que no comprende la necesidad de abonar tu libertad y tu deseo salvaje de una sociedad indecente pero libre. Arcaica y excluyente pero hermosa como un amanecer