Me acerco a Stefan Zweig en Brasil. Las nuevas leyes de la pureza están sobre la mesa, la noche de los cristales rotos y la de los cuchillos largos. Noches negras, oscuras para la raza humana. Viajan con otro aspecto y el mismo concepto. Hay patrullas y ojos goebbelsianos por todos lados, la gran confluencia se acerca, el Pacto del Mal. Las elecciones han dejado de lado la democracia y la libertad es una palabra hueca. Hitler tiene otra cara y se le honra desde la parte trasera del escenario. Reina invisible a sus propios seguidores. La oscuridad. El nuevo orden, la normalidad que no pudo ser. Hoy, quizás mañana. Pronto. La oscuridad, la pobreza y el hambre. La mente vaciada. Sopa de suciedad. Inmensa tristeza. Parezco Stefan Zweig en Brasil, todo está infectado. Dachau, Gulag, dominio, bota alta y terrible. Todos juntos en su voluntad; los campos de trabajo esperan a las personas. Dicen que todo pasó y no es así: siempre regresa con otras formas y estrategias, estaba dormido el dragón
Bienvenido. Aquí encontraras apuntes, bocetos e impresiones de una mente atropellada, y son fruto del momento en que fueron expresados. No hay verdades esenciales excepto las del instante concreto: por eso las mantengo. No te enfades si te hieren o parecen injustas pues seguramente lo sean de alguna manera. Aquí se quedan como hijos frustrados. Intenta disfrutar, el objetivo es que algunas palabras y frases te entretengan. Entra.