Queridos señores: Hay que vivir, si es posible bien, y por eso es disculpable buscar cobijo conveniente y de fácil adaptación; desde este punto de vista se entiende la carta de la vergüenza que pretende subirse al carro de la mentira. Trescientas personas se ponen en riesgo absoluto de cara al Juicio que ha de llegar; porque resulta que los firmantes son sacerdotes, hombres de Dios y de bien en teoría, pero que la práctica revela como impresentables absolutos, pastores de un dios falso, miserable y asqueroso: ése es su dios, señores. De otra manera no puede comprenderse para un creyente en el verdadero Dios que sacerdotes y diáconos renieguen de aquéllos torturados en defensa de la fe eterna, de la libertad (sí, la libertad) y de la integridad personal. Ni más ni menos. Esos gigantes, esos Santos murieron en vuestra tierra a manos de vuestros amigos de ERC, que de diálogo sabían y saben lo justo, de concordia andan caninos y que desconocían y desconocen la integridad. ERC y otros d
Bienvenido. Aquí encontraras apuntes, bocetos e impresiones de una mente atropellada, y son fruto del momento en que fueron expresados. No hay verdades esenciales excepto las del instante concreto: por eso las mantengo. No te enfades si te hieren o parecen injustas pues seguramente lo sean de alguna manera. Aquí se quedan como hijos frustrados. Intenta disfrutar, el objetivo es que algunas palabras y frases te entretengan. Entra.