APUNTES PARA UNA VIDA MEJOR (DE CASI TODOS)

  Hoy, en el crepúsculo de un año lamentable y de otro al menos limpio, quizá mejor. Otra vez.

  La juventud dorada es herrumbre pestilente y nada más. Habrá que saltarse una o dos generaciones y cruzar los dedos...

  La abulia es la consecuencia natural del análisis exhaustivo de las cosas.  Sucumbir a ella es catastrófico. Enfrentarse a ella es heroico. Siempre conviene reconocerla, apreciarla y desecharla por indomable, excepto si puedes permitírtela en toda su extensión.

  Cuando yo era nuevo tenía un Sigma naranja. Infancia, infancia...

  ¿Se resquebraja el Templo o es un lapso de confusión..?

  Todos duermen. Tranquilo. Hay Paz ahora. Pronto se abrirán las sábanas inquietas y vendrán los pequeños y cálidos suspiros de la casa. (Memento mori)

  Todos los años nace. Debe ser Dios... sí, sin duda es Él.

  -¿A quién escribes? -A la mayoría... (A la mayoría individual).

 Tengo que adelgazar mi cuerpo y engordar mi cuenta corriente. A trabajar..

  La soledad del celacanto es y será siempre fascinante...

  ¿Es Lucifer una entidad múltiple? ¿Formo parte yo de esa realidad sin saberlo? ¿Y tú?

 Los comportamientos que ayer eran un desorden moral grave son hoy bendecibles. Si lo haces, ¿es en nombre de Dios, estás seguro?. Ya lo sabremos después, cuando Él reparta los pescozones... mientras tanto yo me guardo en el corazón lo que entendía y amaba, esperando que mis pastores vuelvan a la normalidad y podamos recomponer los desgarros del Maligno. A fin de cuentas Dios maneja los hilos siempre y Su Ley es La Ley. Lo demás sigue siendo humo y nada, una niebla engañosa que no puede borrar la Verdad. Sí, el pecado es y será el pecado: eso no cambia, está grabado a fuego en el Cielo... y en el Infierno.

 Oblígale a escribir, a componer. Sólo así nacerá un sentido nuevo. Las mañanas son luz imposible de opacar.

  El suicidio es señalar lacras que no son la Lacra, emergencias que no son la Emergencia y focos que no son el verdadero Foco. El error es que se olvidan del Error, y eso se paga caro porque las gentes se desvisten solas y son vaciadas de humanidad sin apenas oposición. El error a corregir no es el Error, qué triste destino. Te difuminas en la banalidad sin apenas darte cuenta.

  La corrupción humana tiene su máxima expresión en el dinero, y siempre fue así.

 Como lector, querido nadie, que un escritor te cuente su pequeño drama familiar con talento y universalidad es un regalo y un privilegio. Sin embargo, que un escritor de cuota se pase la vida cacareando órdenes de su amo resulta irritante y grotesco, especialmente cuando se detiene en (textual) "personas muy dañadas en nuestra sociedad" por indicación del propagandista superior. Y acabe narrando vicisitudes de tarados de toda especie sin normalizar, claro. Ya sabes cuales son aunque las olvides en seguida y vuelvas al pequeño drama familiar.

 Los errores del ático se pagan en el sótano.

 El delirio en cuestión es tan perfecto que ya lo vemos normal.

 ¿Es importante? En realidad no, sólo es otra voz entre la multitud, pero para mí sí. Y con eso me basta. Es importante.

  Los corderos balan sin esperanza, pues algo se mueve en la sombra; sienten la amenaza sin forma y se juntan entre ellos para consolarse. La noche viene. Viene la noche con sus sombras. Hay rumores de amenaza. Viene, pues, la noche y nadie duerme. ¿Duermes tú, ahora que cae la noche?.

  Árbol viejo sin estrenar. Así.

  España, crisol de dementes, albergue vesánico, paraíso de psicópatas, hogar para alienados. Ya.

 ... Hay vacíos deslumbrantes. Mira bien.

 Quieren que vivamos al revés y no es posible sin quebrar nuestra alma. Corre.

 Todas las ideas son brillantes desde la ignorancia.

  Antes se salvaban vidas, era la prioridad; ahora se desperdician. Evolución...

 Mientras les seas útil eres Doris Day. Y como con Doris Day, cuando llegues al abismo te empujarán sin dudarlo  Conclusión: si eres Doris Day no esperes que te sean fieles cuando baje la ola.

  Dime entonces tú: ¿hasta qué punto es democrático permitir la tirania?. (Vamos, España)

  Mi país es una cárcel hoy, pero es mi país y es mi cárcel siempre.

  Toda sucede demasiado deprisa y siempre en la dirección equivocada. El tiempo se acaba.

Si eres capaz de arriesgar todo por la libertad y tu país, triunfaremos. Otra vía no hay. Porque, como yo, tú sabes que una vez pasado el límite seguirán para el siguiente.

  No te rindas. Somos muchos y tenemos razón en lo esencial. Hace frío, pero no te rindas.

  De las cosas bellas aspiro a su risa sabiendo que es sincera. Rabian los afortunados ostentosos, superficiales, vanidosos sospechan de mi alegre pensamiento todavía limpio, aun guardado. Doce meses tienen los años oscuros, doce. Centellean y se extinguen en fanática  cadencia. Cianuro que se va. Vale, lo veo...

  Mi irrelevancia me protege. No me ven.

  Puedes intentar el éxito terrenal o puedes aspirar a la Eternidad. Tú mismo.

  En España hemos conocido muchos años la posibilidad de prosperar, todos nosotros. Ahora vamos a conocer la realidad del hundimiento. Económico. Moral. Social. Vital. Bienvenidos al infierno inevitable.

  Ahora parece que la vida sea una sucesión de trágalas incomprensibles y las razones de ayer son hoy pecados. Una parte del mundo está perdida y la otra superada; cuando vuelva la razón muchas vidas se habrán desperdiciado. No hay otra lógica que la confusión por dinero.

  Te engañan para destruirte. Ellos.

  ¿Qué haremos con la honestidad, ahora que somos infames?

  Las minorías bien organizadas parecen multitudes. Las mayorías pasivas parecen islas deshabitadas. Todo se entremezcla...

  Mientras anochece resuenan cantos de sirena lúgubres, sucios, oscuros. Las figuras enmudecen y disipan sus perfiles, se cierran puertas inseguras, bailan extraños pasos los que no se muestran nunca tal y como son, viene la sombra. Y ahora qué.

  Argumentar qué. Lo que hay que hacer es defender el espacio a codazos como si no hubiera un mañana, y puede que sea así, a fin de cuentas. Los argumentos son la alcantarilla de la derrota ahora mismo.

  Después de pensarlo mucho y acabar hasta el moño de la propaganda antifranquista durante más de cuarenta años, llego a la conclusión, que cierra el caso para mí, de que Franco puso orden, sencillamente. Y luego puso España en la senda de la civilización, sin despeinarse ni necesitar maquillajes publicitarios. Y es un gran legado, sin duda. Que rabie la abuela.

  Las lentejas bien cocinadas se parecen mucho a la vida: parecen tristes y oscuras a simple vista, pero dejan un gran sabor mucho tiempo después de haberlas tomado.  Es un plato descomunal siempre.

  Cuando ocurra la tragedia muchos dirán: "Ya lo advertimos", pero la tragedia llegará igual.

  Deja que el cuerpo envejezca y que la mente siga joven. Y ya.

  Tampoco es fácil sobrevivir a una visión del mundo totalmente ilusoria, tercamente irreal. Lo comprendo, pero porqué crear entonces la invención nefasta que conduce a nada...

  Todos fundamos imperios alguna vez en la vida, normalmente microscópicos. Pero no dejan por eso de ser imperios que debes administrar con alegría, porque todos somos Alejandro el Magno en campaña triunfal.

  A mí me gustan muchas cosas, algunas elevadas y otras ridículas y bordeando lo grotesco. Y todas me sirven y contentan, para qué ocultarlo.

  A veces, el elitismo sin controlar y excesivamente condescendiente devalúa el interés de personas inteligentes. Yo lo he visto muchas veces.

  Sin Dios es insoportable. Insoportable, créeme.

  Yo no soy, por lo tanto son los otros.

  La gravedad de la amenaza es visible desde el espacio.  Y es una gangrena tanto interna como externa.

  Empiezan las grandes, sesudas explicaciones para actos simples de condenar en su cruda obscenidad. Así empieza el humo y enfrían los corazones, con montañas de palabras que quieren enterrar la indignación y el dolor por vericuetos pretendidamente objetivos. Pero claro, está la muerte y el asesino y no hace falta mucho más para una persona sin otro anhelo que seguir su conciencia. En el fondo, la simpleza de la maldad no requiere palabras para ser rechazada, aunque se empeñen los expertos en incontinencias verbales, cuando es suficiente con un insulto limpio, sincero, contundente. Y grueso, por supuesto: eso vale por millones de palabras académicas.

  Dime, tú que matizas el mal: ¿Cómo vamos a convivir con tribus de mentalidad irracional y arcaica?¿Cómo se saluda y trata a una bestia? Nada más...

  En mi corazón, con vuestro dolor y rabia. Con vuestro sufrimiento. Lo siento mío.

  Llevamos un tiempo en que cada día es peor que el anterior. Triste el mundo.

  Las imágenes de la infamia no dejan dudas sobre quién alberga el Mal en su corazón y quién no. Horror y cobardía, animales desatados, perros de un dios terrible y blasfemo, mentes derrumbadas en la sangre, bestias sin solución, esto son.  Albergue de la podredumbre, luz del irracional, desechos de vida, inútiles groseros, perfumados de odio, esto son. Esto son, los farsantes absurdos en sus mentes absurdas, leche humana derramada en mil crímenes satisfechos por placer, preludio del terror, catacumba del pensamiento racional, carne desperdiciada, ratas humanas inservibles, toscas. Sí, esto son. Vómito de raza subterránea, caníbales del amor, adoradores de estúpidos salmos llenos de bilis, de defecación corporal, detrito de la tierra, gritos rabiosos, cerdos enfermos, indignos de llevar nada que no sea su alma maldita. Esto son. Personas no son, ni ellos ni los que desde atalayas de Occidente pregonan su adhesión a estos remedos de humano contaminados, muertos, inútiles para la vida, y

  Lo peor de la gente sin moral es precisamente eso.

  Es pequeño el mundo desde mi ventana. No tiene perfiles ni horizonte.

  Soy el que quiere decir la verdad seca y dura, para que tú intentes edulcorar lo evidente.

  Resulta que hay gente inteligente que roza la autoparodia, sin más.

  He pasado el día en un Centro Comercial. Ropa al peso, comida al peso, vida al peso. Las chicas jóvenes empeñadas en mostrar sus cuerpos, su piel, su trasero como en un mercado, vestidas igual unas a otras en extraña falta de elegancia. No hay estilo. Los chicos parecen pandilleros sin objetivos y van peor vestidos que ellas. Todos de marca, eso sí; ropa sin lustre pero con logos por todas partes. En todas las edades vulgaridad sin complejos: uniformes en la fealdad del estilismo. Quizá algún despistado con atuendo de toda la vida y bien conjuntado en los colores. Lo peor es la profunda sensación de decadencia humana y de debilidad social. No hay con qué construir el futuro si esto es reflejo del estado siniestro de nuestra sociedad. Uno acaba agotado de tanta y tan gruesa fealdad. Un horrible desencanto y un presagio del futuro sin grandeza. El mundo ha cambiado y se desvanece. sin remedio. Por eso votan a quien les va a terminar de deshumanizar y se visten como ciegos sin rechistar

  Para educar a tus hijos necesitas poder de convicción, talento y suerte. Y eso es todo tu bagaje para que crezcan limpios de mente y sanos en raciocinio, para que sean personas buenas. Para evitar un desarrollo de perfección, ellos tienen todo el dinero del mundo para machacar conciencias y pudrir voluntades en todos los rincones, y todo el tiempo del mundo. Es lucha desigual pero merece la pena. Merece la pena.

  ¿Hablas en nombre de Dios o del Demonio?

  Sigo viéndolo aunque apague la luz. Es curioso.

  El dinero no limpia conciencias.

  Pues menuda pregunta. Para poner a caldo personalmente a quien se lo merece, para eso. Los profesionales están muy bien en su atalaya, pero lo que hace uno mismo refleja con precisión el núcleo preciso de la indignación que requiere respuesta y con las palabras exactas y queridas (sic) que elegiría para satisfacerse. Nadie puede dar en la diana mejor, ¿entiendes?... (Sobre Twitter y otras redes donde desfogarse sin florituras literarias).

  ¡Qué pequeño y sucio está quedando nuestro tiempo! Son años estériles.

  Habitaciones que nunca se pisan, estancias ignoradas a las que nos cuesta entrar. Y encajonado sin aire el pensamiento sufre; no sabemos su naturaleza, aunque sí que no son oscuras ni necesariamente amenazantes. Y jamás se asoma el alma, ni siquiera por curiosidad o imprudencia o ganas de expandirse.  Ellas nos esperan quizá, quizá no, quién sabe. Nadie lo sabe, en realidad.

  Hay veces que me despisto y me voy por Babia, entrando en parajes peligrosos e inciertos donde se duda si pisar y existe el riesgo  de no regresar al sitio debido.  Pero conozco el camino que me devuelve a donde debo estar para asaltar mil y una veces la fortaleza de Dios, que es la principal meta a la que aspiro. Y espero que Dios lo vea y sonría permitiendo a este pequeño y perdido ser tiempo para cumplir. Y, si está de humor, echarme un cable para que olvide Babia y sus inquietante atracción, que mis manos carecen de importancia.

  ¡Cómo me gustaría limpiar hoy mismo mi estela vital, dejarla atrás, liberarla y empezar de nuevo!

  Tan difícil es vivir como luchar contra la muerte que viene a uno señalando. Vivir como es debido, por supuesto.

  Mi familia era, en su mayoría, profundamente cristiana y de formas conservadoras, muy tradicionales. Esto, que para los despistados parece suponer un trauma insufrible aderezado por dramas posiblemente inventados, en mi caso puedo decir que no he conocido en mi vida adulta gente tan auténtica, hermosa, buena y confortable como aquellos familiares de todo pelaje que con su ejemplo enriquecieron mi vida en formación. Y todos me enseñaron, cada uno en su humilde parcela, los aspectos luminosos de la condición humana. No lo olvido y no quiero olvidarlo. Así que ningún reproche interesado ni opresión belicosa, sólo ejemplos de sencilla grandeza humana. Lo malo de mí no salió de ellos. En una familia conservadora, sí. Muy tradicional y muy cívica. Que lo sepas y anotes para que no se diga que la normalidad hace sufrir, que es necesario el monstruo insatisfecho. Gente fuerte y completa que educaba con su ejemplo luminoso sin angustias autocomplacientes, sólo luz que calienta. Todos particip

  Si no hay libertad fuera de tus normas, ¿cómo te atreves a hablar de democracia? Aquí no te molestes en venir, aquí no hay espacio para el monólogo retorcido. No me gustas ni me gusta tu proceder, vete.

  ¿Somos o estamos? Difícil responder...

  Hay algo siniestro en el aire. Cuidado.

  Cuando te atiendo, creador, no quiero que me metas en la sordidez del mundo, que eso ya lo vivo cada día. Lo que necesito es que me saques de él, al menos por un tiempo, el que te dedico. Esto quizás lo has olvidado y me das lo feo, y la evasión se convierte en reflejo deprimente de lo sucio y depresivo de vivir. Y nunca salimos de la víscera radical, nunca descansamos ni esperamos otra cosa que el horror.

  Yo, en el fondo, siempre quise vivir como un personaje de Wodehouse. Pero no es el tiempo, ni el lugar, ni la época adecuada para intentarlo siquiera. Sin embargo, lo he deseado con suave intención. Un propósito feliz. Así soñando se vive mejor y se puede aspirar a la alegría: en medio del mundo de Pelham siendo Bertie sin más obligación que buscar asignaciones de tías agarradas, estiradas y centrifugadas por el espíritu gremial de los parientes adinerados, sujetos a sus riquezas tenazmente. Y pasan los años y todavía anhelo un espíritu aventurero entre apuros sin maldad ni daño verdadero. A fin de cuentas, es un objetivo tan razonable como cualquier otro.

  Resulta que hoy día todo el mundo sabe mucho más de todo que el resto. Es el problema de fomentar egos desmadrados, infantiles, imaginarios.

  ¿Dónde miraremos cuando llegue la tormenta? Mira: vienen jinetes sin nombre, palabras sin dueño. Vienen llenos de propósitos que niegan al hombre, Al alma. Tienen poder de destrucción desconocido Pero no tienen razón. Son sólo espíritus perdidos que,  Reunidos en secreto, han decretado El fin del hombre tal y como recordamos. Estamos solos y llegan Los jinetes. (Estamos solos ahora)

  Olvida la crisis personal: estamos frente a una crisis general que no espera a nadie.

  ¿La vida? Igual que siempre, pero con exceso de ideas distorsionadas en el ambiente.

  No son Hitler o Stalin porque no pueden serlo ni tienen la capacidad de serlo. Sencillamente. Pero les alimenta el mismo afán destructivo que condena sociedades enteras. Tienen el gen.

  Conviene recordar, cuando vienen difíciles, que somos hombres y no animales. Que pensamos y guardamos los logros que nos dieron a conservar. Y conviene asimismo comprender que gravitan y conspiran personas que nos contemplan como carne viva, como animales, y actúan en consecuencia. Lo primero, la libertad hasta el martirio si es preciso. Todo lo demás viene por añadidura, incluyendo el derecho a defenderse como hombres. Vienen tiempos oscuros y habrá que arriesgar el cuerpo para salvar el alma. Ya están aquí, de hecho. No perdáis vuestra dignidad, hermanos.

  ¿Me llamas? No he terminado...

 Bajo el griterío y la histeria no hay nada excepto frustración y malestar. Todos los días aumenta sin remedio.

  Cuando los cerebros se atrofian, las personas se pudren y las sociedades colapsan. Siempre.