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Mostrando entradas de 2007

ESPERAR

Lo malo de esperar es darse cuenta de que mientras tu ansiedad crece, existe la posibilidad del silencio; es tener la certeza de que no hay nada que esperar, excepto un tiempo de expectativas frustadas, dilatándose, borrándose, muriendo olvidadas. Lo malo es saber que esperas en vano, y no poder abandonar.

EL VERANO PRIMERO

Ella apoya suavemente la cabeza en la toalla y deja que el sol poderoso de agosto acaricie su piel. A su lado un muchacho llena el pensamiento de emociones sin nombre y se acurruca mientras de soslayo se maravilla con miradas breves. Tiene el pelo rubio y brilla; sorprende el color dorado del cuerpo tan joven y formado, con el esplendor femenino ya mostrado, por eso el chico se asusta y ella sonríe. -¿Cuando te vas? -Mañana temprano, a las seis. Mi padre vuelve al trabajo -Dentro de tres días volveré yo -¿Me llamarás? El mira hacia el mar y respira, buscando aire no inquieto. Piensa en los labios de la chica, no puede evitarlo. Lo demás le da igual. -Te llamaré, claro... Y no tiene más palabras, y ella calla. No se atreven a romper el ansia del anhelo, tan grande como la tierra, y más perfecto. Tanta imaginación, tan limpia que diríase que el amor puede ser así, puro y fresco. Delante como la orilla se extiende ante los dos la vida vacía casi, esperando que cada uno de ellos rellene s

HISTORIAS QUE ME CONTARON

A mí me han gustado siempre las historias, especialmente aquellas en las que el sujeto principal pasaba mil y una dificultades hasta el desenlace. Perdido, perseguido, viajando oculto, con hambre, sed, frío, calor, lo que sea, soledad. La soledad del objetivo, eso es. El espectador, o lector, pasa penalidades sin cuento junto con el objeto de su interés. Bebes agua cuando la sed abrasa al héroe, paras a comer porque resulta insoportable ya resistir la penalidad del otro; cosas así hacen de la historia una aventura perfecta de la mente, una vida extra alejada de todo. Un placer muy grande, que deja en la cara una sonrisa secreta de casi alegría, casi felicidad. Es en esos momentos donde uno se da cuenta de que la vida, como tal, merece vivirse, sentirse, cambiar. Quizá algún día, como esos héroes entretenedores de nuestro ocio, seamos capaces de desandar el camino y, tras pasar calvario de insolente sufrimiento con determinación, volvamos a lo que una vez oímos que debíamos ser y hacer

Y SI NOS VEMOS

Nos vemos luego, cuando pase este invierno infinito y cruel, sí señor, nos vemos luego. Nos vemos después, dentro de un tiempo, y tú me contarás cuánto has vivido y sonreirás mientras recuerdas lo poco que me decías y todo lo que callabas por no herir. Nos vemos en los árboles crecidos en la primavera del mundo, nos sentaremos al sol y veremos qué ha sido de nuestras cuitas y nuestros anhelos, y quizá lloremos mientras la tarde enrojezca y nuestros labios se sequen de tantas confidencias. Habrá un sillar justo y cruel que no temblará al dictar sentencia, y pediré hablar un tanto para no morir sin saber de áquellos a los que despedí abruptamente, antes de cumplir. Nos vemos luego, campos interminables de alegría plenamente alegre donde corren hasta avergonzarse las ideas del ayer, sí, nos veremos allí pronto y habrá saludo y voces y el término de los interrogantes. Yo seguiré amamantando la memoria un tiempo y luego también marcharé, andando despacio y por senderos inciertos; el aire se

PREGUNTAS AL VUELO

¿Son creíbles realmente los argumentos que se esgrimen a favor del aborto legal?¿Por qué tratan de justificar la aberración máxima? ¿Somos libres en el mundo occidental o seguimos en una sociedad feudal? ¿Es el cáncer resultado del soylent green que nos dan, o qué? ¿Quién eligió la horrible expresión Blackberry, y qué coño aporta la gilipollez ésa? ¿Los socialistas, aparte de decadentes y ladrones máximos, son tontos o lo somos los votantes? ¿Podemos eliminar de este mundo la infecta preeminencia de los Estados Unidos? ¿Qué tipo de enfermedad mental tienen los que apoyan nuestros nacionalismos periféricos y aldeanos?¿Por qué son tan sumamente feos o con aspecto de yonkis desesperados? ¿Son los etarras humanos o producto de laboratorio?¿Quizá cerdos rabiosos?¿Saben hacer algo, aparte de disparar por la espalda?¿Por qué no los matamos y punto? ¿Cuando la cadena perpetua de verdad? ¿Quién alienta el ataque continuo a los católicos y por qué nos defendemos tan mal?¿Es producto de mala conc

PROFESIONES A ELIMINAR (UNO)

Una de las profesiones prescindibles, hoy en día, es la de publicistas. No aportan nada a la sociedad y crean una confusión insoportable en el televidente, lector u oyente. Analicemos: Suelen ser jóvenes o eso creen, visten como payasos para diferenciarse (estilo desliñado que cuesta una pasta), se consideran y comportan como artistas, se ven cultos, pendientes y modernos y se tratan a sí mismos como Miguelángeles creando la Sixtina a cada segundo. En realidad son engreídos, vacíos de continente y contenido y desconocen lo que es la vida interior. Buscan vivir como en las series (españolas, para más inri), con sus líos y sus pósters. No saben de historia, no saben de arte, no saben de literatura, no saben divertirse sin hincharse como pavos, no saben ni quienes son ni qué deben hacer en su trabajo. Como más arriba son más tontos todavía, miel sobre hojuelas. Y lo peor de todo es que están convencidos de poder crear una obra maestra de cualquiera de las artes, les parece sencillo y abur

MAS MUERTE Y SILENCIO ASESINO

He visto la cara de la bestia directriz. Bien vestido, sonrisa de superioridad y tranquilidad absoluta. ¿Por qué? Pues porque le da igual y sabe. Sabe que aquí paz y después gloria. Si existe una ley asesina, no puede comprender, ni yo tampoco, la razón de ser señalado al ir más allá, pues en el fondo demuestra mayor coherencia que todos aquellos hijos de puta que matan con la ley debajo del brazo y tratando con dignidad el objeto de sus crímenes. Es como si Hitler derramase una lágrima por cada gaseado y ordenase su entierro con todos los honores, lo que viene a significar que encima de trastornado, imbécil. El dedo va dirigido a los 2000 o 4000 euritos de fianza para los otros bastardos, cuyo botín de carnicero es, evidentemente, mucho mayor; a las madres rastreras y desgraciadas, sucias perras miserables que se acercaban a destrozar lo único decente que su putrefacción podía crear. A los agentes de sanidad involucrados en la red de excrecencia asesina y cobarde en grado máximo, a lo

NOCHE DE DOMINGO

Escupió. -¡Qué asco de río!- dijo con desprecio. Román aspiró de su cigarrillo. -Se va a hacer tarde... -¿Y dónde quieres ir, con tanta prisa?¿Te espera alguien? -No-Susurró el otro-, pero me gustaría ir a casa, casi es de noche y tengo hambre. Vámonos -Bueno, termina tu cigarrillo, hombre, no seas pesado -Mara me espera Román volvió a escupir. -Pues no se para qué... No respondió, limitandose a ajustarse el abrigo. Hacía largo rato que no se veía un alma y los coches pasaban con menos frecuencia. Aún así, Pedro terminó el cigarrillo y no se levantó; quedaron los dos mirando al vacío sin hablar por unos minutos, y parecían absorver los sonidos de alrededor. Noches así esquivan la rutina de las cosas, y lo cotidiano se hace distante y frío como la escarcha nocturna de la ribera del río. Finalmente, Pedro habló. -Vámonos, es tarde ya- dijo, después de un bostezo. Román asintió y se incorporaron, saliendo a la calle a través de la arena del parque con las manos en los bolsillo y la cabeza

EL RIO DE LA CIUDAD

En el principio era el río, y más que el río, un hilo aparente de agua que refrescaba tímido la tierra alrededor. Una tierra entre seca y frondosa, contradicción que no impidió a las gentes asentarse y crecer a su frescor débil como de murmullo enfermo. Este hilo que mueve discretamente la historia y su sequedad es fruto de los corazones tibios, tristes y desolados que gimen en un radio considerable desde el curso bajo del afluente discreto hasta su muerte no lejana: Manzanares es un río donde lo más grande es el nombre, precisamente; el nombre y lo que ha conseguido atraer en edificios e importancia, como si su autosuficiencia fuera tal que cada gota que vuela por su cauce tuviera la fuerza de mil gotas de otros ríos. Y cada noche las brumas invernales barren las alegrías y desgracias de los días interminables con promesas de prosperidad y recuerdos de esférica persistencia, quimeras al fin tan perezosas como insalubres. No hay ejemplo mejor de incongruencia que dotar a este débil bos

UN RECUERDO

Sinceramente, el ejercicio del recuerdo es algo aborrecible, una pérdida de tiempo y también de identidad. Somos lo que recordamos, y recordamos lo que una vez vimos o vivimos y tambíen conocimos sin ser más que comparsas y sombras, espectadores sin rostro, vamos; esta última acepción es la que aterra, pues suele aparejar una serie de mecanismos, digamos, generales y comunes a muchas personas, algunas de las cuales son aborrecibles. Una vez aclarado este término, mis lectores casi inexistentes podrán comprobar, sin hilos ni trucos de ningún tipo, cómo me pongo a recordar con nostalgia y admiración un hecho general del que no participé, pero si admiro desde lo recóndito de mi mente. Viendo el curioso y algo engreído Diario de la Noche de Telemadrid, noticiario que me gusta y repele a la vez, encontré leyendo titulares de prensa a un viejo conocido que influyó en mi primera mocedad y crecimiento desordenado: Allí estaba el señor Ramón Pi, mi legendario director del Ya, nombre mil veces v

EL DIARIO DE SVETLANA

Al fin sucedió; en menos de una semana, el honor de aparecer en televisión (el motivo parece dar igual), sufrir una encerrona y perder la vida violentamente. La tal Patricia del diario famoso, nauseabundo, lamentable y altamente inmoral puede tranquilamente hacer una muesca en su micrófono maloliente. Seguramente su audiencia sube después de saberse la anécdota de la que, por supuesto, no sienten ningún remordimiento en los despachos de Telecinco. Enhorabuena, maestros, ya podeís hacer un especial titulado, en vuestro vomitivo lenguaje rastrero, algo así como ¿Has decidido matar a tu pareja después de hacer el ridículo en televisión? con esa cara de plato de partir cochinillo que tiene la muy... y así seguir educando al personal, personal que uno se imagina babeando ante las bajezas que muestra la presentadora en cuestión, rubia de bote, de rostro semicrispado y con pinta de cobrar su buen dinero por reírse de un público ineducado, asilvestrado y encantado de observar este tipo de humi

DÍAS COMO HOY

Decía Mafalda que cada vez iba quedando menos que decir. Y eso lo decía en la década de los 60. Ahora, además, va quedando menos que hacer. Esta vida que nos toca sufrir asemeja un bucle eterno de presencias y corrientes enquistadas: Es lo mismo cada día. Como en un infinito día de la marmota, nuestra vida gira en torno a ciertos asuntos que se cuentan con los dedos de una mano, y que no dejan espacio para la emoción individual o colectiva, a no ser que consideremos emoción adquirir una pantalla de plasma o un nuevo teléfono móvil que incorpore GPS. Las emociones murieron hace años, y ya nos queda esperar que se detenga la noria y bajarnos con la sensación de que podíamos haber vivido más, profundizado más, aprovechado más. Y así estamos, esperando en nuestra Casablanca privada, esperando, esperando, esperando y, en el fondo del espíritu, sabiendo que hay engranajes que no volverán. Menos que decir, nada al fin.

EL DICTADOR ETERNO

Hoy hace 32 años que Franco murió en la cama después de una larga agonía. Una agonía para él y para España. Tantos años y tantos odios que no olvidan, que miran atrás como dedos llenos de ansia y de sangre no derramada. Y Franco murió en la cama. Sin duda un régimen como el de este hombre no es lo más agradable para un país, pero a veces diríase que el parón del siglo XX le vino muy bien a España, que cerró sus contradicciones durante cerca de cuarenta años y después de una guerra atroz entre dos facciones dispuestas a devorar y masacrarse. Le vino bien y no, porque llevamos 32 añitos oyendo y sufriendo la mirada atrás continua y agresiva de unos pocos que hacen mucho ruido. Yo quisiera no tener que recordar a Franco cada día de mi vida, o que cuenten historias perdidas en la noche de los tiempos, como si hoy mismo no hubiera o hubiese abusos de poder y crímenes de Estado. No sé bien qué diferencia hay entre un abuso de los años cuarenta a uno de hoy, excepto que es más grave, vergonzo

¿EMPRESARIOS?

Ay, señor, llevamos una serie de años, interminable agonía, en que cuando te presentan a alguien y cometes la torpeza de preguntar a qué se dedica, invariablemente el interpelado se yergue sobre sí y cambia el tono de voz, al responder: -Tengo una empresa, yo. Mía propia, mi empresa... Y con esa estupidez te quedas lívido. ¡Un empresario!¡Un creador de empleo, un motor de nuestra economía!¡El nuevo Rockefeller!¡Henry Ford!. Pues no, queridos amigos estándar, lo que suele tener el insectívoro en cuestión es un tienducho, una peluqueria, un kiosko, una humilde página web, lo que toda la vida ha sido un negocio, y más propiamente un comercio. Desde que a algún estúpido de cerebro calcinado se le ocurrió eso de pequeña y mediana empresa, todos a saco en la categoría. Habla el presidente de la CEOE y escuchan cual si fuera su gurú, a ver por donde va a tirar su empresa, pues son empresarios, cosa que suelen recordarnos a cada paso de conversación. Dejémonos de chorradas impropias y sueños d

GALGO EN ASFALTO

Hay un galgo en la rotonda, desafiando el tránsito y trotando erguido. Va como de paseo despreocupado, su cara alargada muestra la angustia y pasan los coches a su lado, le van a romper la crisma tarde o temprano, hay un galgo. El sol reparte fuego, los coches respetan de momento su camino como si fuera un carro antiguo, el galgo llora y gime pero avanza locamente en terreno hostil, no respeta las señales, únicamente sigue el dictado de su mente enferma, no busca árboles, trota en la carretera, con un plástico al cuello. Qué hará sino recordarnos que existen y quieren ir locamente por el asfalto. Va a morir loco y solo en la carretera. Quizá no y supere la locura del tránsito desesperado de los hombres y sus máquinas, cerebros de plástico; si, señor, hay un galgo despistado rodando por la carretera y nadie hace nada por él sino esquivarlo y perdonan su estupidez. La luz brilla sobre todos nosotros mientras ocurren hechos así, tan leves y distantes que nadie se ha enterado de que hay un

LETRAS SUCIAS

Desde que descubrieron el poder de la repetición mental, los progresistas insisten y determinan qué es cultura y qué no lo es. Normalmente cultura es todo aquello que proviene en mayor o menor medida de sus arcas, sus filas, sus cachorros. Es evidente que no puede decirse que no han existido intelectuales de izquierda con altura, pero sí es fácil saber que tal altura no siempre es justificada. El siglo XX está trufado de plúmbeos ejemplos que moverían a risa si no fuera porque constituyen, tales nombres, una nómina extensa de referencias para justificar una altura cerebral inexistente; pero resulta que los derechones se han acobardado y sufren, hincando las rodillas ante los nombres que restriegan las vocerías de turno. Y todo por parecen justos y, horrible palabra, democráticos. No es democracia lo que tenemos frente a nosotros, señores: es abuso moral. En primer lugar conviene insistir en que la orientación política o vital del intelectual de turno no guarda ninguna relación con su t

EL MANSO

De súbito, volvió la tranquilidad, una quietud abrumadora, después de todo. -Me río del miedo ¿Me oyes?-dijo, entre tembloroso y acobardado-, me río yo, óyeme Se sentó en el oscuro pasillo, como roto y deslabazado; caía un hilo de saliva de su boca crispada. Inclinó la cabeza hacia la izquierda y comenzó a murmurar cada vez más rápido: -Culpa, culpa, culpa, culpa, culpa, culpa, culpa... Y la saliva huía de su boca espantada. En el rellano empezó a haber movimiento, era seguro que ya estaba sentenciado. A lo tonto se vió a sí mismo en la infancia, cuando merodeaba en la huerta, y sintió gran vergüenza de haber acabado así, tan violento y desgraciado. En la huerta sonriendo. Si pudiera volver allí y sonreir, sabiendo porqué, nada hubiera ocurrido. Tarde, claro; Enrojeció. Un ruido en la puerta y luego un estruendo y pasos y la sombra en el principio del pasillo y el recuerdo de la huerta en su niñez. Gritaron algo cerca y luego le voltearon. Se sorprendió de la cantidad de sangre que cho

LOS SEÑORES DEL HOMBRE

Una sombra se desliza por el asfalto, húmedo de la mañana. Unos pasos y las sombras bailan, tanta quietud; siempre hay algún motor encendido velando, recordando lo que la luz del día lleva. Aún ahora la perfección huye, pues no es buena cosa destacar en soledad. Nitidez de la madrugada. Hay gritos distantes, los últimos o los primeros, qué mas da. Aquí es viable reconocer las evidencias que nos empeñamos en negar en nuestras horas cumbre, el hombre amargo y mercante, las palabras infames, rácanas bocanadas de común sosiego. Si sales de trabajar a esta hora el mundo es una gran deshonra, deshora, desdichado siervo. ¿Tienes para una tele? Vive, pues, las ondas de luz, estas en nuestros siglo; si despiertas agonizas frente a tazas humeantes de buen café, o lo que sea. Cuida el planeta, es lo último que verás y olerás. Cuida asimismo tus ojos, no verán lo que tienes frente a tí creciendo sin medida ni piedad. Es la certeza de que están haciendo de tí una marioneta, carne y producción para

ES POSIBLE LA MEMORIA

Es posible que nos tomen por tontos, pero recordar a vuelapluma no tiene sentido, y menos si se recuerda como a uno le apetece. Realmente no es sensato ni ordenado ponerse a pedir cuentas a un cadáver sobre los otros cadáveres, y quien llore por lo que pasó hace setenta, cincuenta años merece un tratamiento. Para hacer memoria están los desgraciados de Atocha, hace apenas cuatro años, o los sojuzgados de Cataluña, del País Vasco, los muertos sin memoria, tan cerca, tan triste como una democracia hipócrita. Es posible que las gentes escuchen soflamas estúpidas o frases a medias sobre nuestras grandes mentiras, gobiernos legítimos, democracia violada, pero abres los libros de historia, y ahí está Prieto y Largo Caballero y Negrín, tan legítimos como vivir con lo hurtado al pueblo y dejar en campos de concentración a los que lucharon engañados por ideales inútiles. ¿Dónde dice usted que pone, en el ideario de izquierda, que los líderes viviran con lo robado y los que pusieron la cara para

UN DEBER

Debo cruzar el puente. No es asunto difícil, se trata de un puente de piedra, sobrio y firme y el río no es caudaloso, pero me da miedo hacerlo, pues sospecho que lo perderé todo si paso a la otra orilla. -Para completar tu educación tienes que ir al otro lado -me dijo mi padre, hace dos días- y, una vez allí, seguir por donde necesites... Una parte de mí desea pasar el río y desparramarse por la tierra, pero la otra, que me domina, quiere permanecer en este lado con lo conocido. No es que sea una persona miedosa, es que no sé si quiero conocer más rostros o ver a la gente. Para prosperar sé que todo el mundo cruza a edad temprana y su vida cambia y maduran y se hacen sociables y conscientes, pero yo no lo veo claro, porque me gusta pasear solo y no tener que rendir cuentas a nadie y, por si fuera necesario justificar mi reticencia, no deseo conocer más cosas ni tratar con nadie que no sea yo, y mi miedo aumenta y enrojezco sin motivo, solo en el pilar del puente, porque soy el último

DE NOCHE

Y luego, por la noche, cierro los ojos creyendo todo cerrado y el día terminado. Caigo en un sueño sin voces ni rostros, en una suspensión donde algo se rompe gota a gota. La respiración se tranquiliza y comienzan los bailes del sonámbulo. La calle rompe su silencio de vez en cuando, pero da miedo pensar qué está ocurriendo. Podría morir sólo con ser señalado por un hombre fuerte, morir sin dejar rastro; podría ser la última noche. Pasan las horas hasta la angustia del amanecer y cada hora parece crecer el pánico del alma. Luego duermo y calla la angustia; calla un rato suave y tranquilo hecho de paz negociada, como cuando niño reía y dormía y reía y dormía y nada más. Y, sin embargo, no puedo olvidar que mi perro gime toda la noche en la cocina sin consuelo posible, y su soledad es, pues, mi derrota definitiva. Pasan los años y las gentes, ¿O es que no los oyes?. ¿No gimen cada noche en silencio, como mi perro?.

EL MAGO SIN CHISTERA

No era una persona simpática, pero era fiel a su manera extraña; no era fácil de trato, pero era el mejor en su oficio. Si uno se pregunta cual era su estilo, su impronta, su sello, es difícil rescatarlo de sus historias. Yo pienso que todo se reduce a una cuestión de rostros poderosos y un grupo de profesionales prodigiosos porque si no, ¿qué demonios puede tener el tipo éste del parche para impresionar a su público?. De los actuales, únicamente Spielberg tiene cierto parecido, y también hay ecos del maestro en Eastwood. Los demás son otra cosa. Repetía personajes sin ruborizarse, los mismos película tras película, los rostros y las características, y sacaba lo mejor hasta de los actores mediocres. John Ford era sin duda un muro opaco que no daba claves porque todo está en sus películas, tan grandes que no caben en la cabeza y suelen alojarse en el corazón, allá donde los borrachos son simpáticos, pecadores sin maldad, y la camaradería se entiende a partir de la fidelidad y de lazos g

FIODOR

El siglo XIX ruso es, sencillamente, la edad de oro de las letras de este país. Antes de caer en la tiniebla soviética, el desgraciado imperio engendró en su pútrido seno a una serie de escritores que justifican a una literatura nacional. Y los más grandes al frente: Pushkin, Gógol, Dostoievski y Tolstoi. Leer a éstos es comprender y amar la novela como arte y potencia del hombre. En un país absurdo e incompleto brotaron cuatro nombres capitales que constituyen el legado ruso, inmenso, a la humanidad. Y Fiodor es el rey de la baraja. De vida difícil y errática, descuidado al parecer con su arte, las páginas de este hombre nos revelan el mundo de los atormentados más peliagudos y derrotados de la gran Rusia. Funcionarios maniáticos, asesinos vociferantes, bebedores y despropósitos tísicos van pasando ante la retina sin que podamos abstraernos de su historia tragicómica y zigzagueante ni un momento y, por momentos, deseamos estar junto a las pobres gentes para ayudarles a sobrellevar la

HEROES DE AYER

Se negaron a aceptar el paso sin más, por eso son héroes. Sufrieron como perros y expandieron más allá de su tiempo las luces que les atormentaban, las palabras, imágenes e ideas que nacieron para quedarse. El mes de agosto es tan bueno como cualquiera para recordar y recordarlos, que han callado, que están aquí, esperando a volver a la vida en una hora cualquiera. Son los héroes del ayer y de antes del ayer y de más antes de antes del ayer, personas que trascendieron a su cuerpo y aún hoy marcan ciertas tendencias, ciertas emociones, cierta admiración, desde la tierra consumida en la que duermen. A veces coinciden con la corriente mayoritaria y a veces nadie habla de ellos. Para mí siguen potentes en su atalaya, y en ocasiones un consejo suyo vale más que el oro. Hablan para su tiempo, pero yo los recojo y los tiro en nuestro tiempo, a modo de reverencia postmoderna. No son perfectos ni santos, pero su corazón palpitante desborda su obra, cualesquiera que esta sea, que es el legado et

BORRADO SÚBITO

El martes se encontró con la sorpresa: su hermoso piso, que tanto había costado poseer, ya no era suyo. Su marido y sus hijos eran de otra y tenían un apellido extraño y lloraron confundidos cuando intentó hacerles comprender que un par de horas antes contituían su hogar y su familia. Después de unos cuantos gritos y súplicas, fue expulsada a empujones y malos modos por el recién amnésico marido, y salió a la calle aturdida y nerviosa. Atardecía temprano y el tiempo señalaba la inminente lluvia. Pero no sabía dónde ir. Al pensar en su caso, se le ocurrió que, después de todo, no era tan malo haber borrado su huella doméstica, y empezar una nueva vida sin ataduras ni tristezas era excitante, así que lanzó un beso fugaz a sus hijos en el aire, derramó unas postreras lágrimas y se encaminó calle abajo cada vez más risueña y liviana. Al cabo de ciertos pasos empezó a borrarse su silueta aún joven y no quedó otra cosa en la acera que una sombra sin identidad, que se desvaneció en cuanto la

RUTINA

El señor Gil llevaba 35 años recorriendo el mismo camino de su casa al trabajo; iba andando pues apenas distaba unos minutos de paseo. Al principio, como era fumador, Gil tardaba casi exactamente un cigarrillo de distancia, con un lapso inicial para comprar el periódico; esta rutina duró 5 años, ya que tuvo que dejar el tabaco por prescripción facultativa. Al comenzar el sexto año, el camino de casa al trabajo empezó a pesarle de manera extraña, así que intentó romper la rutina cambiando de periódico, de forma de andar, de pensamientos y de actitud ante el desarrollo, pero la pesadumbre de Gil crecía sin remedio y se rindió. Decidió hacer el camino porque sí, porque era necesario y no tenía mayor misterio ni encanto posible. Abotargado y cansado, siguió los restantes años recorriendo el mismo recorrido cada vez más opaco, más gris, más deprimido, hundiéndose en la melancolía y la abulia de un tiempo sin huella. Para el señor Gil el camino era una metáfora espantosa, macabra de su traba

LA CRISÁLIDA

En cierta mañana de un abril incierto, hacia las nueve, el vecino más circunspecto y formal del edificio abrió la pesada puerta de su pisó y gritó a pulmón suelto: -¡Ahora, instálese la locura y el caos en mi vida! Y cerró dando un portazo. A las once salió un hombre de expresión nueva, como un reverso luminoso de sí mismo. Con aquél golpe de timón anunciado a voz en grito, consiguió vivir feliz hasta su último día sobre la tierra, siempre libre y consciente. Sus vecinos le temieron y evitaron siempre, lo que no afectó a nuestro héroe en la autoestima ni rompió su hechizo personal.

ES POR AQUÍ

Amanece. La primera luz empieza a inundar el camino del valle, mostrando en su linde las plantas en esplendor de la potente primavera y crece el romero, cerca y distante. Aun lejos habla el río cuyo rumor refresca el inconstante camino. Muchos recorrieron la senda antes y sus pensamientos han quedado flotando en el aire como si hubiera un hogar perpetuo para estas palabras nunca pronunciadas. Aquí han tomado forma algunas decisiones afortunadas, porque el camino del valle proporciona a la persona las fragancias y percepciones necesarias para comprender, y los mismo árboles creadores de sombra parecen animar al alma sola a pelear contra el mundo. Así, entre desniveles y curvas y plantas que acarician la arena del camino se alcanza la aldea, triste destino para un paseo de perfección como es éste. Tantas pasos perdidos en el tiempo, tanta melancolía cuando se deja de recorrer el gran camino de la madre naturaleza y de la humildad del hombre, exactamente cuando la noche anterior ha dejado

PADRE

Ba nos dijo que la tierra bastaba, que un hombre es libre de correr o no, de cazar o recolectar, y Ba ha muerto como una bestia, días atrás. Él nos enseñó a desenvolvernos junto al río cuando la crecida proporciona abundancia, y muerto ha quedado junto al río; nos explicó los ardides que confunden a las presas y las señales que alertan de enemigos, pero de estos hombres pálidos no debía saber una palabra. Los fuegos de la noche se han extinguido. A dónde vamos encerrados en la tripa de la balsa enorme no lo sé, la respiración se hace negra y sucia y Ba no respira más y su cuerpo es alimento de la tierra y de buitres y alimañas y es feliz tendido en la bendita tierra junto a sus mayores. Nosotros lloramos a Ba que todo nos enseñó, excepto a morir dignamente en lugar de llorar en esta oscuridad que nadie sabe cuando acabará. Nuestra dignidad ha sido doblegada y Ba no lo sabía todo sobre lo que vive bajo la bóveda celestial, no lo sabía. Somos cientos los hombres a la deriva, muertos y ar

EL BUEN SEÑOR

El señor Alberto entró en la cocina, cortó una rebanada de pan y la metió en la tostadora. Después echó un poco de aceite en la tostada y completó la merienda de medianoche con unas tiras de jamón ibérico sobre el pan aceitado. Comió despacio, acompañándose de un vino ejemplar; al liquidar el aperitivo corrió a acostarse muy contento. Acababa de ganar unos cinco millones de euros para sanear sus cuentas corrientes, algo que tenía preocupado al buen señor Alberto desde quince días atrás, cuando la liquidez estaba en entredicho. Era un lince para salvar los trastos: Había puesto de patitas en la calle a cien empleados negociando indemnizaciones menores, mentido como un bellaco en todas las reuniones, sobornado un poco por todos lados y había logrado estafar al fisco gracias a pequeñas fisuras de la legislación. La empresa estaba perdida, pero el dinero del señor Alberto no. Las luces de su casa se apagaron y el señor Alberto durmió profunda y serenamente, como si hubiera trabajado alguna

UNA HISTORIA POSITIVA

Un hombre recorría el mundo vendiendo periódicos atrasados, pero no lo suficiente para ser considerados históricos. En cierta ocasión le preguntaron la razón de tan peregrino negocio, del que apenas sacaba para comer con humildad. Él reprimió una pícara sonrisa, y haciendo un esfuerzo por evitar su carcajada, replicó: -Porque las noticias buenas de ayer han crecido, señor, y hoy son excelentes, como ya sabemos los que las conocimos de jóvenes... -¿Y las noticias malas? ¡Son la mayoría! -Las noticias malas, señor, son el pasado. El daño ya se ha causado, los que debían llorar lo han hecho, y los demás seguimos en el camino.. Y dejando las últimas palabras flotando en el aire de la tarde cálida, se marchó a vender su mercancía olvidada al siguiente pueblo, canturreando canciones felices.

UN HOYO

Bueno, pues costó una barbaridad horadar el suelo para enterrar los pilares. Después de dos días de esfuerzos, rompieron la primera capa, con lo que el operario respiró aliviado. El capataz mudó su expresión al asomarse a la brecha y ordenó detener los trabajos; se paseó arriba y abajo por donde la máquina había quebrado el suelo e hizo una llamada. Una hora después se presentaron los constructores, sudando y con trajes caros y feos; conferenciaron junto al agujero y se acercaron a la máquina excavadora. -Empieza a excavar lo más rápido que puedas, y calladito- Fueron sus palabras exactas. Hubo un gran socavón que se rellenó de cemento, y de esta manera se perdió la ciudad mejor conservada de la época romana, pues aquellos hombres consideraban mejor negocio seguir con la construcción de un bloque de pisos a tanto el metro construido que avisar a las autoridades y perder el negocio. Eso sí, se llevaron sus buenas piedras de recuerdo, los muy ladinos.

EL GRAN ASALTO

Quiso romper el techo de su destino, y acabó fregando suelos en el Bar de Sombra, donde las almas solitarias minaban su cuerpo a base de alcohol barato, palabras huecas y recuerdos difusos de antiguas glorias. En tristes madrugadas devastadas desoía a los clientes y curaba sus heridas en el rincón. Pero jamás derramó una sola lágrima. Limpiaba y esperaba el fin del abismo.

LOBO

¿Por qué he de respetarte, bestia? Tú, que con tu sucia hambre vaciaste el valle y rebosaste la montaña con tu ira, con la voracidad de un cachorro mal enseñado, deseas mi muerte. Dí, ¿Dónde están los míos sino en la tierra, destrozados?; ni siquiera los comiste, tan sólo traías la rabia y me dejaste solo en la montaña, donde no hay nada. No respetas las normas de la Madre y haces acopio de las presas y no dejas acercarse al lince, al zorro, a mí mismo a la mesa de la carne. Me buscas y no me encuentras pues quedo yo, de antigua estirpe, para enfrentarme a tu maldad. No eres nuestro, eres la plaga infértil y me acusas, bípedo, de invadir tu territorio. Sí, hombre maldito, esta noche bajaré a tu aldea y me llevaré a tu niño, así sientas el agudo pinchazo del dolor; ya no hay tregua entre nosotros, uno ha de caer, así lo he decidido. No moriré sentado, bestia deforme.

EL ABISMO

Cuando hubo cerrado la puerta de su humilde vivenda dejó de sudar. Se sentó inclinado en una silla frágil y quedó en suspenso. Tras años de intuición volátil ya tenía la certeza a su fracaso y miedo: No sabía vivir; y las reglas que conducen a una persona al triunfo o fracaso eran un enigma para su pobre mente. El abismo abierto a sus pies crecía sin detenerse. Restaba esperar al olvido y una muerte discreta, sin ruido, porque nadie despide a los fracasados. Las aceras de las calles ardían bajo el sol de agosto.

EL ENIGMA DE LA MENTE

Casi a un kilómetro de coronarse campeón, el famoso corredor detuvo su marcha y se sentó en la acera con la mirada perdida. Los espectadores, desconcertados, le contemplaban con espanto. Ajeno a su alrededor, él, húmedo por el esfuerzo de kilómetros, parecía librar una batalla infinita con su voluntad. Tanta era su ventaja sobre el resto de participantes que transcurrió mucho tiempo hasta que el segundo clasificado pasó por donde él había detenido su carrera. Cuando se consumó la tragedia, rompió a llorar y se encaminó con paso firme por entre la gente, perdiéndose en la ciudad. Nunca explicó las razones de tan extraño comportamiento. Era un gran campeón.

LA SONRISA DEL MUNDO

Tenía una sonrisa tan feliz y sincera que daba pena rompérsela, tan genuina era. Iba así por la vida, sonriendo con las arrugas marcadas de puro feliz, los ojos brillantes y alegres, tan confiados que nada dañaba su cuerpo. Incluso cuando lloraba la sonrisa seguía presente, y si alguna vez no la dibujaba era auténtica angustia para cualquiera que supiera de ella, de su alegría interior. Daba paz y contento verla tan bonita y aunque algunos dijeran que era pura fachada o un gesto de su simpleza mental, estaba claro que sonreía por un profundo amor que brotaba de dentro, estallando en las conciencias de insatisfechos. Pues sí, por aquella sonrisa perenne daba pena no vivir, y así de simple era su secreto y su fuerza interior. Era la vida tan grande como el universo aquellos días de su sonrisa.

A LAS CINCO

Son las cinco de la madrugada y la calma reina a este lado. De vez en cuando un coche, unas voces discordantes. Tranquilo y dormido como la gente que ya ha cumplido el día, quizá alegre. Son las cinco y escuchando la atmósfera suave cualquiera diría que en algún lugar la violencia se impone y se impone la muerte. Duermen las gentes esperando el mañana incierto, pero la verdad es que tal hora como ésta el mundo gira, no desesperado; el mundo gira al compás de un cuerpo dormido y limpio, tal y como son las almas a las cinco de la mañana. ¿Dónde nacen las infamias cuando descansan los hombres?. El dolor del nuevo día es imposible cuando se escucha con violencia la calma en la madrugada. Lejos suena la música. El cuerpo respira y calla, calla y sueña, y el reloj sigue enloquecido, y por qué si no existe la esperanza...

UN BUEN HIJO

Era un matrimonio tan ceremonioso y serio, tal y como se entiende en ciertas provincias el ser de buena familia, que cuando ella notó que el embarazo tocaba a su fin, se puso sus mejores galas con esmero, se perfumó levemente y, acercándose al despacho de su marido, anunció: -Fermín, nuestro hijo quiere conocerte. El marido cerró severo el escritorio, se cambió la chaqueta y cogiendo a su mujer del brazo, la acompañó al hospital. Cuando la hubo dejado al cuidado del médico, al que estrechó la mano a la antigua usanza, acercó su cincelado bigote al oído de su esposa y declaró: -Herminia, cuida de que nuestro hijo observe la buenas maneras desde el principio. Confio en tu buen gobierno-. Y la besó en la frente. Herminia entró con el rostro serio y cada arruga de su piel mostraba a las claras que era de buena cuna, tal y como se entiende por buena cuna en ciertas provincias, y consiguió a duras penas no gritar en todo el proceso de dar a luz. Intentó asimismo no sudar, con poco éxito. Y a

ELLA

De joven era tan hermosa que se podía oír el deseo imposible de los hombres que la asediaban y perdían la dignidad en su presencia. La belleza se arruinó con los años y los arreglos inútiles que pagaba un marido ya aburrido. Pero había sido tan radiante que muchos respiraron aliviados y tuvieron una vejez tranquila al verla ajada, mas esto ella nunca llegó a saberlo, anclada como estaba en su edad dorada.

EL DESCENSO DEL AGUA

Empezó a llover, y lo que parecía un chubasco rápido de verano se transformó en rabia y en tormenta y así siguió largo tiempo arrastrando la suciedad, la malicia que reinaba en la ciudad. Las gotas se besaban y golpeaban rítmicamente en su fiero descenso el orgullo de árboles y construcciones. Curiosamente, cuando los corazones de los habitantes se secaron debido al terror y la angustia del agua, la nubes se abrieron y volvió el sol. Y se llenaron las calles de gentes doloridas.

CAMINANTE

Iba caminando distraído por la calle, en una mañana de sol y de ambiente fresco. Iba ajeno a su alrededor, en un andar sin pensamientos, abandonado, simplemente camino de algún sitio. De súbito percibió el olor de una brisa que llevaba adherida una fragancia sin nombre; aspiró y en su mente explotó una persistencia de bienestar. Había reconocido un perfume de antaño, de un tiempo indeterminado; inocente aroma que traía nostalgia y contento a la vez, sin razón, sin precisión ninguna. Este viento descorrió el velo de sus ojos y le obligó con ansia a absorber lo que se cruzaba en su camino. No se preocupó de buscar explicación a semejante despertar: se alegró de estar vivo y durante unos minutos tuvo el mundo entre los dedos. Así el día quedó completo para el paseante.

HASTA LUEGO

La mañana del martes, Andrés se lavó y vistió con la tranquilidad y precisión acostumbrada. Después desayunó con su mujer, Eva, y besándola con suavidad, se despidió: -Hasta luego... Parece ser que tuvo un mal tropiezo en el Metro, de camino al trabajo. Las cámaras de seguridad recogieron la imagen borrosa de Andrés Morán en un pasillo y después unas siluetas aún más difusas un instante después, cuatro o cinco sombras inquietas. Fue recogido agonizante y murió por heridas de arma blanca camino del hospital. Eran las ocho de la mañana. El día transcurrió con normalidad para el resto de la ciudad: Atascos, frenesí, rostros aburridos por doquier, pulso de las personas un día sin huella. Vino la noche y amaneció el miércoles, lluvioso y triste, y con esa tristeza enterraron al Andrés Morán, varón de 37 años, sin hijos, muerto con violencia una mañana de marzo, mientras el corazón oprimido de sus seres queridos latía con violencia. Su mujer, Eva, guardó las últimas palabras conocidas de And

UN CUENTO BREVE

Casi al punto de alcanzar la cima de la tremenda montaña, el alpinista quedó ciego. Después de un instante de reflexión, imaginó largamente el paisaje desde la cumbre hasta el valle con sus recuerdos visuales, sonrió y cubriéndose el rostro con las manos se tumbó en la nieve. Estaba solo.

AUSTRALIA

Durante mi juventud soñé con marcharme a Australia, que mi imaginación presentaba como el último reducto del mundo virgen. A veces se me quedaba la imaginación ensimismada pensando en toda esa tierra semideshabitada, los desiertos y las selvas diferentes en todo al resto, y así muchas horas pasé creando un mito mientras alrededor se movía mi triste ciudad castellana de hombres cansados. Allá lejos los hombres de rasgos curtidos y arbóreos hablaban un inglés mascado lleno de expresiones personales y las mujeres rubias de aspecto de palo bebían la misma bebida que los borrachos del lejano oeste americano. Allí, en escenarios cortados a hachazos, podía coger uno un Jeep astroso y recorrer durante semanas carreteras perdidas sin atisbar una sola alma hasta que llegaba a un bar en medio de la planicie abrasada por el sol radioactivo y pedía una cerveza y entablaba conversación con los demás perdidos de los alrededores, cerca de Ayers Rock, la roca roja primigenia; y siempre eran amistosos d

INHIBIDORES Y CÍA

Debido al nuevo e inesperado ataque en Líbano, los famosos BMR con inhibidores no se envían a Afganistán Bananastán, sino a Oriente Medio. Reflejos eléctricos, reacción inteligente. En Afganistán ya saben lo que hay con las tropas españolas, en Líbano es pelín tarde. Creemos sinceramente que los inhibidores de marras no están en los carros, sino en las mentes alucinadas que deciden esta estrategia deliciosa, propia de Paco Porras. Creemos sinceramente que es imposible desmontar los inhibidores mentales de estos genuinos lerdos máximos. La guerra, tal y como la conocemos, ha cambiado: Con España al frente, la táctica de los nuevos tiempos será recordada como ¿Dónde está el BMR, matarile, rile, rile?, también conocida como Eso es lo que quieren que hagamos. Señores musulmanes: Por favor, no sean malos, es demasiado fácil, recuerden que en España tenemos alguna mezquita ¿Por qué no son bondadosos y esperan a que sea más complicado machacarnos?.

EL CERDO PREPOTENTE LABORAL

Saludos, amigos estándar, hoy voy a hablaros de alguien que conoceís muy bien, una especie humana triunfadora y despreciable que opera básicamente en entornos laborales precarios (80% de la masa trabajadora): El cerdo prepotente laboral, en adelante CPL. El CPL suele manifestarse como individuo torvo, hijo desconocido de satanás, que desde una posición baja en la pirámide empresarial -léase desde la esclavitud becaria- se ha ido abriendo paso a codazos y traiciones varias hasta ocupar justamente el estrato superior al tuyo; ahora ya sabes el nombre y apellidos, porque es como el ángel de la guarda, todos tenemos uno. En este primer acercamiento nos encontramos dos variantes de CPL. Una es el Cerdo Desagradable Prepotente Laboral, que se caracteriza por el aspecto de hiena manchada, los modales de la rata y las maneras de Hitler renacido. Es incomprensible su ascenso en la escala de poder y, a no ser que tengas una necesidad imperiosa de comer, esta rama de la familia CPL es tan sumamen

TITULARES I

Capello gana la liga : Increíble, desternillante, brillante, delicioso. El todopoderoso Barcelona se desinfla como un globo que es y los periodistas-tergiversadores-entrenadores-oráculos callan. Todos han jugado de cine menos el Madrid, pero el Madrid ha ganado a todos por separado y juntos. A Capello le van a echar miserablemente antes de que demuestre que había proyecto un presidente (inepto). Vale, pero ha vuelto a ganar la liga: Adiós y gracias, de verdad, maestro. El PSOE propuso a ETA un órgano vasco-navarro para salvar la tregua : Los animales de dos en dos, ua, ua... Maravilla de gobierno, dulzura de pactos, honradez acrisolada, sentido de estado, si, señor, muy grandes y preparados. Adiós, Navarra. Un violador en libertad bajo fianza abusa de una menor en Girona: En realidad es que la rehabilitación en España es muy rápida y los jueces, dotados de un sentido común poco común, guiados por unas leyes de traca humanitaria, no tienen hijas. La culpa es de los padres. EEUU desarrol

ESOS SEIS

Parece un chiste ("Van seis soldados en un carro...") y sin embargo es una tragedia ("...y saltan por los aires"). Parece que todos se entristecen ante la desgracia pero hay alguno que se la sopla. Pobres seis, seis niños, como ha dicho una madre a Zapatero, ese hombre. Seis niños tirados por una tierra extraña con equipaciones de bazar chino. Si han despertado de la muerte seguramente se preguntarán la razón de no estar debidamente preparados para actuar en una zona en guerra, seguramente sentirán un leve malestar al ver la medalla de saldo que han recibido por entregar su vida, seguramente gritarán en el vacío al comprobar que los coches de ellos si tienen los dichosos inhibidores, todos ellos con su inhibidor para pasearse por recepciones, presentaciones, mítines y demás utilidades poltronescas. Alonso, ministro de los seis sacrificados, dice que había un plan para instalarlos, pero llega tarde. Qué raro. Y se planta con toda su cara (dura, muy dura), su camisita

TELEDIARIO PERSONAL PARA TODOS

Compañeros todos, nos han engañado. Porque ya me dirás tu en que medida nos afecta que en la franja de Gaza estén a tortas, o que las pateras hayan establecido un puente marítimo permanente, o que la dichosa, sucia ETA haya roto el alto el fuego o que un chiflado nuevo haya reventado a cuchilladas a su pareja en cualquier remota ciudad (o en la misma, qué demonios). Sin embargo pegamos la nariz a estas y otras macronoticias embelesados y aturdidos por el potencial que emanan, como si la rupturas de negociaciones Rajoy-Zapatero nos fuera en mucho a corto plazo, que quizá sea motivo de bajada de sueldo, no sé. Así que heteme aquí reconcomido por estas líneas de fino observador social y resulta que no he notado nada, cual pinchazo leve; entonces para qué, si lo que me preocupa es la convivencia con los míos y si tengo leche en la nevera. Como soy vago enorme me limito a apuntar el tema, que mañana si eso lo estudio, mastico y desarrollo para presentar un ensayo en condiciones. Pero de mom

LOS PERIODISTAS

No, si el espectáculo de los programas del corazón no está en los invitados absurdos y desmoralizantes que los pueblan, ni en los desocupados que suelen estarhaciendo bulto como público, ni en el tufillo rancio que emana de nuestro televisor. El espectáculo real son los autoproclamados periodistas , esa panda de parásitos que cada día asoman por todos lados cual pavos reales, cuyas habilidades son ignotas, y que se reproducen como esporas arropándose unos a otros, mientras linchan a los atontados que por ver dos duros acceden a la lapidación. Ignoro si los tesoros éstos estudiaron alguna vez y cuáles son los argumentos que pueden esgrimir para erigirse en dignos representantes del mundo informativo: ¿Informativo de qué, del cotilleo elevado a la máxima expresión? ¿De la subversión de la dignidad humana?. Éstos vividores hinchados de vanidad vacua se blindan haciendo ver que su profesión es lo más digno del mundo, cuando son tanto o más surrealistas que la manada rosa a la que acosan pa

LA FIEL HIPOCRESÍA

¡Ah! ¿Quién es el marrano que ensucia el río?¿Quién se atrevió con los mares y los océanos?¿De dónde salen todos esos humos y vertidos?¿Quién es la conciencia del mundo? La respuesta es: todos nosotros. Del fondo de nuestra alma se extrae la certeza de nuestra infame posición y con la lengua afirmamos no ser los responsables del desastre. Pero somos todos. Es nuestra basura la que envenena el aire, son nuestros coches, las cocinas, la porquería que es capaz de generar un simple ser humano; de la misma manera que nuestras pequeñas perversiones nos convierten en monstruos de hipocresía. Sí, ya podemos mirar hacia otro lado, que las horas de nuestra vida son manchas; ese y no otro es nuestro legado, más o menos destrucción de lo que nos rodea. Parece mentira no darse cuenta de la realidad, cuando despotricamos en los bares. compungidos e indignados porque alguien ha destruído la vida. Sabemos que cada uno tiene un trozo del pecado y no lo reconocemos. Sabemos de nuestra responsabilidad y

¡NOTICIA BOMBA!

Va la ETA y anuncia el fin de la tregua; hacen bien, si cada vez que les sale de las narices van a atentar o intimidar al personal, resultaba aburrido matar y dar el aviso de que la tregua seguía en pie. En resumen, lo que viene a decir la jauría vasca es que vuelven a su miseria habitual. Pues vale, pequeños reptiles, seguid con vuestra ocupación profesional de machacar a la gente en nombre de una frustración mal curada. De nuevo vuelven los percebes, y qué si ya estaban jodiendo a gusto...

DESIDIA DEL SIGLO XXI

¿No da la impresión de que la historia y los sucesos capitales, incluso los anecdóticos, están detenidos, en suspenso permanente?. Recuerdo la emoción de las primeras elecciones, de las que ahora se cumplen treinta años, la emoción y el impacto del estreno de La guerra de las galaxias, los viejos partidos épicos de nuestra selección de fútbol, la apertura de la URSS, el fin del muro, la inocencia de la sociedad, todo. Ahora, la emoción la pone cualquier noticia tenebrosa y acobardante, los avances de la informática y los partidos aburridos y robóticos en todas las disciplinas deportivas. El cine estrena Shrek III o Harry Potter XXI o Spiderman XIV, la literatura se rinde a cualquier copia del Código Da Vinci o el mismo Potter de marras o Las Catedrales del Mar, de la Montaña, del Espacio, Los Pilares de la Tierra y demás pseudoarte, nuestros líderes parecen barro puro y no pasa nada realmente rompedor, una moda nueva, como aquel dichoso yo-yó o el hula hoop o los naúticos, qué sé yo. P

DEFINICIÓN DE TRENCH

Es lo que la raza humana ha conocido hasta ayer mismo como gabardinas, y que los mismos idiotas que bautizaron Sifonier a las cómodas y cuya vida empieza a pender de un hilo debido a los cortocircuitos mentales que chamuscan su única neurona (de marca) después de hacerse un lifting en el spa (o balneario de toda la vida) han decidido llamar a la prenda en cuestión para, quizá, conseguir que tire la mía al río. ¡Trench, trench!, comemos avellanas...

GISELE A TOPE

Gisele Bündchen, en el marco intelectual y adecuado de la semana de la moda de Río de Janeiro, ha declarado que "cuando la Iglesia hizo sus leyes, hace millones de años, la mujer era virgen. Hoy, nadie se casa virgen... Creo que es obligatorio usar condones. ¿Cómo es posible no querer que se use condones y que tampoco se practique el aborto? Es imposible". Además, completa la faena: "Estoy a favor de que la mujer haga lo que desea con su cuerpo. Fui a una exposición en Nueva York que mostraba el interior del cuerpo humano y también las fases del embarazo. Hasta cuatro meses de gestación, no existe casi nada, es como un granito". Sorprenden dos cosas; una, que semejantes declaraciones sean comentadas por mí, y dos, la cultura que destila la amiga Bündchen, ya que primero se informó en una exposición de Nueva York sobre granitos y embarazos y después leyó la historia de la Iglesia desde el principio, hace millones de años, antes de hablar sobre estos temas. Bien, esp

ENRIQUECERSE, ENVILECERSE

Cuando era un pobre dependiente, tan desgraciado que trabajaba sabiendo que me estaban robando como a un tonto la empresa democrática de la que era virtual esclavo, la clientela habitual estaba compuesta de todos los estratos sociales con un denominador común: modales de cerdos asilvestrados. Mis responsables, que eran casi tan desgraciados como yo, solían aleccionar a los diablos vestidos de uniforme que éramos con argumentos tales como "Si te tratan mal o te insultan, tranquilo, no es nada personal", acompañados de una mirada entre beatífica e iluminada. Eran los mismos que perdían completamente las formas cuando les tocaba dialogar con los clientes modelo cafre-máximo. Yo me partía en dos cuando veía sus caras desencajadas intentando explicar a los búfalos-cliente que no podían llevarse toda la tienda por dos euros, y evidentemente nunca deje pasar la ocasión de responder adecuadamente a los imbéciles que siempre pretenden verter sus modales de alquería cuando están en v